Según estimaciones de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, 34 millones de mexicanos sufren alteraciones del sueño y 10% de ellos ronca de forma crónica. Las razones son múltiples. Una de ellas es el estado que guarda el colchón, la almohada y, desde luego, el ambiente de la habitación.
Es tan importante la calidad de la cama donde dormimos que la Fundación Norteamericana del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés) recomienda dormir en un colchón de buena calidad y en un ambiente fresco, silencioso y oscuro, libre de ruidos y otras distracciones.
La cama debe asociarse psicológicamente a las actividades propias del sueño y del sexo, no para cenar, mirar la televisión, trabajar en la computadora o hacer la tarea escolar.
Recomendaciones para elegir una buena cama
Un tercio de nuestra vida transcurre en la cama. Algo tan importante como las alteraciones del sueño no son tan sólo una cuestión de cantidad, sino también de calidad. Te damos 6 consejos para elegir una buena cama:
Al colchón, conviene cambiarlo cada 10 años. Ten en cuenta su elasticidad: la base debe ceder sin excesos bajo las partes con más peso del cuerpo (hombros y pelvis), ofreciendo a la vez un soporte firme para las zonas menos pesadas.
3. Un colchón nuevo sobre una base vieja o de mala calidad se estropea antes, lo más recomendable es renovar el equipo de descanso al completo. Un buen colchón es el que presta apoyo a toda la columna cuando se está acostado boca arriba.
Los colchones de látex, más caros y duraderos, contienen millones de pequeños agujeros que permiten que el cuerpo transpire. Además son hipoalergénicos.
4. El grosor ideal del colchón es de 15 centímetros como mínimo; el largo, 10 centímetros más que la altura de quien dormirá en él y la anchura mínima recomendada, 80 centímetros para una cama individual y 135 centímetros para una doble.
5. La base o canapé debe ser firme y uniforme. Opta por una de láminas rígidas o semirrígidas, con espacios libres que permitan una buena ventilación.
6. La almohada debe adaptarse al volumen de nuestra cabeza, la longitud del cuello y la anchura de los hombros.
7. Si duermes habitualmente boca arriba, la almohada debe ser baja y blanda, para asegurar que la columna cervical forme con la columna dorsal el mismo ángulo que al estar de pie. Si la postura preferida para dormir es de costado, la almohada debe ser alta y dura, para mantener el cuello en el eje de la columna dorsal asegurándose que no caiga ni rote.
- El box spring, es el apoyo donde reposa el colchón, este da un aspecto agradable a la habitación, esto es muy importante ya que la decoración de nuestra habitación influye en nuestro estado de ánimo. Es necesario que este sea rígido lo suficiente para conservar la vida útil de nuestro colchón pero no tanto que no le permita adaptarse a las distintas presiones a las que será sometido y claro está que debe poder soportar nuestro peso. El tamaño también es de gran importancia, un box spring grande generalmente es más cómodo ya que el cuerpo es libre de moverse, sobre todo para esas personas que suelen terminar del lado contrario del cual se durmieron.
- El colchón, hay distintos tipos de colchones, ortopédicos, semi-ortopédicos, de látex, de muelle, de espuma y variantes de estos. Cada uno tiene características particulares y tiempos de vida distintos, por lo cual es recomendable asesorarse y probar un poco antes de elegir uno.
- La almohada, pocas personas le dan importancia a este elemento pero tiene gran influencia cuando se concilia el sueño. Suelen estar rellenas de distintos materiales como algodón, plumas, goma espuma, entre otros, algunas personas se sienten más cómodas sin usarlas, otras las necesitan para apoyar su cabeza y algunas otras usan hasta 3 o más almohadas para poder conciliar el sueño. Lo ideal es contar con una almohada poco elevada que sostenga la cabeza un poco por encima del resto del cuerpo. Si se tiene problemas de cervical existen almohadas ideales para estos casos.
- Los adornos, es decir la funda de la cama, el edredón, las sábanas, cada uno de estos influye notablemente en la calidad del sueño y por lo general no son tomados en cuenta. Una sábana de tela suave y cálida otorga una mejor sensación para el cuerpo, por el contrario hay telas que suelen quedar tatuadas en la piel al despertar. El color también es importante, quizás no lo veas así pero antes de acostarte lo primero que haces es ver la cama y no hay mejor sensación que encontrarse con un colchón ordenado, con una sábana suave y de un color agradable que de ante mano sientas que te garantizará un buen descanso.