Una manera sencilla de calmar la mente es escuchar sonidos del mar. … Orfeu Buxton, un profesor asociado de salud conductual, explicó que estos sonidos ayudan a calmarse y descansar. “Estos sonidos lentos y silbidos son sonidos que son no-amenazantes, por eso funcionan para calmar
¿Sabes por qué nos relaja escuchar el mar? El sonido repetitivo de las olas al romper nos ayuda a alcanzar un estado de calma y también a fortalecer nuestro cerebro. Las diferentes tonalidades del color azul también producen un efecto psicológico que nos tranquiliza y favorece a la creatividad y concentración.
Los neurocientíficos opinan que la respuesta está en nuestro cerebro.
Vivimos en un mundo cargado de estímulos, nos bombardean con publicidad constantemente y vivimos en un estado continuo de saturación y tensión que impide que nuestra mente se relaje en nuestro día a día.
El mar nos permite descansar de esa sobreestimulación, ver y escuchar el sonido de las olas nos aleja de ese caótico constante creando una burbuja en la que resguardarnos de nuestro alrededor.
El movimiento del mar y su inmensidad hipnotiza, genera una sensación de tranquilidad y bienestar que nos permite recargar fuerzas, nos da energía. Estas son las 4 maravillas que hace el mar con nuestra mente:
1. Induce un estado meditativo
El sonido del mar y de las olas potencia una actitud mindfulness es un sonido que a menudo se emplea en sesiones de relajación ya que promueve las ondas alfa, las cuales aparecen cuando estamos tranquilos y relajados o concentrados haciendo que nuestro alrededor desaparezca. Además estas ondas promueven un estado de claridad mental y estimulan en pensamiento creativo.
2. Estimula la creatividad
El mar hace que cambiemos a modo relajación, lo interesante de este modo es que se activa la red neuronal que es la que está vinculada con la aparición de ideas originales y creativas. Dejamos nuestras preocupaciones a un lado dejando fluir la creatividad.
3. Genera un poderoso estado de asombro y admiración
La inmensidad del mar nos contagia, nos hace experimentar una mezcla entre asombro y admiración hacia lo que tenemos delante. Esta sensación nos obliga a cambiar nuestro esquema mental influyendo en la toma de decisiones y haciendo que pensemos más en los demás y seamos más generosos.
4. Mejora el desempeño cognitivo
El entorno en el que nos desenvolvemos está cargado de iones, tanto negativos como positivos.
Los iones positivos, drenan nuestra energía y proceden de la mayoría de equipos electrónicos.
Los iones negativos, que son comunes en el mar, generan un estado de activación.
Un estudio de la Mount Carmel College de Bangalore desveló que los iones negativos tienen un efecto positivo en nuestro desempeño cognitivo. Estos psicólogos sometieron a los participantes a diferentes test de memoria, atención y toma de decisiones y apreciaron que su desempeño disminuía cuando la atmósfera estaba cargada de iones positivos y aumentaba cuando habían más iones negativos.
Otro estudio realizado en la Universidad de California reveló que los iones negativos estimulan la producción de serotonina, lo que hace que nos sintamos más relajados y a la vez llenos de energía.
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