El año pasado nos dejó muchas
1. Menos es más.
Una de las mayores preguntas sobre la moda rápida que quizá muchos nos hemos hecho es ¿cómo podemos revertir su impacto? En ciertos panoramas parece difícil renunciar por completo a la compra de estas prendas –sobre todo por su bajo costo– pero sí podemos ser más conscientes al momento de adquirir nuestras prendas. Comencemos con depurar. Después, saber comprar. Utiliza tus prendas en varias ocasiones y procura darles una vida después, al convertirlas en algo más. Al momento de comprar, piensa en prendas atemporales e invierte solo en algunas de temporada que –realmente– te gusten.
2. Una nueva vida.
Las prendas pueden tener más de una vida y más de un dueño. No dones por donar, hazlo a alguien o con alguna organización que pueda darle una segunda vida. Reflexiona sobre las prendas que no has vestido en mucho tiempo y ¡úsalas! Después, decide si es algo que debes guardar, revender, reutilizar o donar. Lo más importante es no tirar.
3. Cuida mejor tus prendas.
Si utilizas lavadora, asegúrate de hacerlo con ciclo de agua fría, no solo evitarás más daño a la prenda sino que ahorrarás energía. También lograrás alargar el periodo de vida de tus prendas.
4. Adiós plástico.
Uno de los mayores retos que tenemos es poder alcanzar una vida sin plástico. Evidentemente, lo más urgente es dejar de utilizar lo desechable. No basta con dejar de usar popotes o no comprar botellas de agua. El desecho de basura es uno de los mayores problemas que tenemos ya que, todo esto, va indudablemente a alguna parte. Esos productos seguramente llegarán a los océanos, por ello es importante reducir nuestros propios deshechos y por ende, nuestro consumo en general.
5. Regresa a la naturaleza.
Si tenemos la posibilidad de regresar a la naturaleza un poco de lo que nos da, vale la pena intentarlo. Si tienes un pequeño espacio en tu hogar, conviértelo en un espacio verde. Crea un pequeño huerto donde podrás cosechar tus propios vegetales y donde podrás compostar con tu propia basura orgánica.
6. Invierte en algunos productos.
Sin duda, vale la pena invertir en ciertos productos. Desde algunos de mayor escala como calentadores solares, un sistema de captación de agua pluvial, hasta otros como botellas de agua y recipientes para evitar seguir consumiendo plástico.
7. Ahorra agua
Ahorrar agua es más fácil de lo que piensas. Por ejemplo, si tu inodoro fue instalado antes de 1994, coloca una botella de plástico llena de agua dentro del tanque. Esto hará que el inodoro use 1/4 de menos agua. También puedes instalar en casa un captador de agua de lluvia.
8. Valora los alimentos
Los desechos alimenticios también le cuestan al ambiente. Para empezar, producirlos requiere agua. Por ello, puedes aprender a racionar, comprar y almacenar mejor. Congelar los alimentos inactiva cualquier microbio (bacteria, levadura y moho). Esto significa que los alimentos congelados permanecen seguros (casi) indefinidamente. Trata de no tirar sobras de comida, en su lugar, ponte el reto de comerlas un día a la semana, transformalas en un platillo distinto.
9. Ahorra energía
Gran parte de la energía que utilizamos proviene de la quema de recursos naturales. Descubre cosas simples que puedes hacer, por ejemplo, desconectar tu televisión cuando está apagada esto podría ahorrar 104 kilovatios de energía cada año, lo cual produce la misma cantidad de CO2 equivalente a conducir un automóvil durante 2 horas y media.