Hablar del Club de Yates es hablar también de la historia de Acapulco. Son ya 60 años de tradición, de una comunidad que vive por amor y respeto a la navegación y al mar.
Con actividades de regata en un 70% y pesca en 30%, el Club de Yates de Acapulco es una institución que se mantiene dentro de la competencia en el sector náutico a nivel nacional.
Dentro del Puerto de Acapulco, la historia del Club de Yates se remonta a los años cuarenta cuando un grupo de personas oriundas y amantes del mismo se juntaban para desarrollar actividades relacionadas al yatismo, utilizando una playa colindante con lo que ahora es el Condominio Los Cocos. Este grupo se autonombraba Club Naútico. El grupo se reunía en torno a Lew Riley, quien se encargaba de organizar regatas cada semana. Pasando el tiempo y al aumentar el número de socios del club, Lew Riley propuso que se cambiaran a su actual ubicación, para lo que adquirieron una superficie de 1,000 metros cuadrados en la Bahía de Santa Lucía.
En 1955 se inició la construcción del muelle central, Dolores del Río fue la encargada de poner la primera piedra de la actual ubicación. El 19 de diciembre de 1955 se inaugura formalmente el club y para 1956 estaba listo para recibir a la Regata de San Diego.
El Club de Yates de Acapulco ha contado con diversos miembros distinguidos, destacan personalidades como John Wayne, Gustavo Díaz Ordaz y Miguel Alemán Valdés, también han habido entre los socios figuras reconocidas del yatismo internacional como «El Papi» Allen.
En 1967, cuando se decidió que el Club de Yates sería sede de las Olimpiadas del 68, el Gobierno Federal y la Secretaría de Marina iniciaron los proyectos de ampliación y se comenzaron a rellenar todos los terrenos. De un solo muelle se pasó a un malecón de más de 600 metros. Esas obras le dieron capacidad al Club para 300 a 400 yates.
Gracias a las Olimpiadas, también se amplió toda la zona del restaurante, se construyó la alberca grande y muchas de las casas edificadas alrededor quedaron dentro del terreno del Club de Yates. Sin duda, las Olimpiadas fueron un evento sin precedente no sólo para el Club sino para el Puerto de Acapulco, y le inyectaron a éste vigor y fuerza.
Ya con nuevas instalaciones y un muelle más grande, el Club de Yates cobró importancia internacional.
Actualmente, el Club organiza regatas mensuales, torneos de pesca y convivios entre socios. Cuenta también con clases de pesca deportiva y clínicas de Optimist que se imparten como parte de un programa de promoción al deporte, entrenando niños entre 7 y 15 años no socios del club y que son seleccionados entre los mejores estudiantes de las escuelas de Acapulco y para ello, el Club cuenta con 20 barcos propios., y cada mes hay oportunidad de competir en el puerto de Acapulco.