La cadena de suministro se ha convertido en un componente fundamental para trabajar en el establecimiento de procesos que deriven en una mayor rentabilidad… ¡y satisfacción del consumidor!
Si de siempre, el servicio al cliente es fundamental en cualquier empresa, en el caso de las Pymes (donde la línea que separa el éxito del fracaso es mínima) se acentúa todavía más. Por eso, la gestión de almacenes, de donde parte el proceso de distribución que llevará el producto al cliente final, supone un eslabón fundamental.
Tanto Pymes de reciente creación, como aquellas que se han visto empujadas a cambiar su modelo de negocio para adaptarse a los nuevos tiempos, se encuentran actualmente trabajando en la gestión de almacenes sin disponer de los conocimientos ni herramientas suficientes… y sin otorgarle la importancia debida a todo lo que ocurre en estos espacios. Todo esto, se ha traducido en errores de organización interna y, al final, en incidentes en la entrega final del producto. ¿Cuáles son los más habituales?
- Desconocimiento de las ubicaciones.Este problema es producto de la mala organización y una falta de criterio a la hora de repartir las mercancías por el almacén. La consecuencia es que -al final- se emplea mucho más tiempo en la localización y manipulación del producto, repercutiendo así en la rentabilidad del almacén
- Falta de espacio.Va unido al problema anterior: puesto que la mercancía se dispone de manera aleatoria, no se lleva a cabo una optimización del espacio. Además, esto también puede derivar en una pérdida de calidad, ya que no se están teniendo en cuenta las características del producto para seleccionar la ubicación más adecuada.
- Pérdida de control de mercancías.No realizar un inventario supone un caos para la trazabilidad de la mercancía.Es importante conocer qué productos están en el almacén, así como controlar las entradas y salidas.
- Errores en la preparación de pedidos.El proceso de picking puede suponer una gran pérdida de tiemposi el proceso no se realiza correctamente, triplicando el nivel de trabajo si se comete un error con el cliente.
- Dificultad en la toma de decisiones.No disponer de manera fiable de información a tiempo real, no sólo tiene consecuencias importantes en el control de stock, sino que también dificulta la toma de decisiones en temas como, por ejemplo, el aprovisionamiento.
- Caducidad u obsolescencia.Otro problema derivado de la falta de inventario y que rompe con la principal misión de la gestión de almacenes: asegurar el abastecimiento de los materiales para su servicio de forma ininterrumpida, garantizando que éstos no se encuentren caducos o inútiles.
- Carencia de integración del sistema.No hay integración en los diferentes procesos de la logística: recepción, transferencias, consumos, altas de fabricación, preparación de los pedidos, expediciones… Esto puede derivar en dos cosas: que el trabajo no se haga, o que se duplique.
- No se optimiza el valor de los Recursos Humanos.La falta de organización impide aprovechar el potencial de los trabajadores, lo que puede dar lugar a posibles errores a la hora de encajar los perfiles dentro de la cadena de distribución.
Cada uno de estos puntos tiene un tremendo impacto en la generación de negocio; por lo que es fundamental que las pymes empiecen a destinar esfuerzos a la optimización de sus procesos de almacenaje, preparación de pedidos y gestión de stocks. En este sentido, U-Storage, trabaja de la mano con los emprendedores, asesorando y ofreciendo las opciones necesarias para que tu negocio crezca, sano y fuerte.