Es una verdura fantástica, de tierna textura y de sabor suave pero de gran personalidad: se trata del espárrago, una verdadera delicia que puede alegrarnos cocinada de múltiples formas.
El espárrago puede ser de cultivo o silvestre, siendo este último una auténtica delicia, que apasiona a cocineros, aunque su temporada es la primavera, y es entonces cuando la calidad es mejor. Debemos aprovechar el momento para comprar el de proximidad y disfrutarlo, aunque hay invernaderos que adelantan su recolección al invierno.
Su variedad va del color verde, a blanco y algunos con tonos morados. Se recomienda comer hasta la mitad de la varita, pues es lo más tierno del vegetal, ya que si se deja madurar demasiado o se come todo, se tendrá la sensación de masticar madera.
Verdes, blancos y morados.
El espárrago verde y el blanco de cultivo son ampliamente consumidos y conocidos por todos. El primero suele estar más asociado a elaboraciones calientes, desde salteados a fritos, y el segundo (más rico en azúcares), se toma más en frío, en mayonesas, salmueras, ensaladas o vinagretas.
Con los espárragos es posible elaborar múltiples platos, desde risottos hasta canelones, o incluso saltearlos.Una vez cocidos, también se pueden cocinar gratinados al horno con queso parmesano Basta con asarlos o sofreírlos con un chorrito de aceite de oliva y poca sal para disfrutarlos en una ensalada o cualquier proteína.
Por otra parte, nutricionalmente hablando, los espárragos son maravillosos: contienen el mayor número de propiedades que el cuerpo necesita para su sano desarrollo, por ejemplo, en apenas 150 gramos contiene más de la mitad del ácido fólico que se recomienda diariamente.
Un gran afrodisiaco.
Además, te sorprenderá saber que estos se cultivan desde hace más de 5 mil años, y eran esenciales en la dieta de la civilización egipcia. Tanto así, que se han descubierto pinturas antiguas en las que se pueden apreciar manojos de brotes de espárragos.
Más tarde, en Roma, el científico y naturalista Plinio el Viejo (79 d.C.) habla en sus estudios de las maravillosas cualidades medicinales de los espárragos, cuyas virtudes destacan las de ser un diurético y poderoso afrodisiaco.
De hecho, durante el Renacimiento italiano, el espárrago era consumido mayormente por tener esta cualidad amatoria, convirtiéndose en un remedio popular y de gran consumo.
El rey Luis XIV era gran fanático estas verduras por sus cualidades y sabor, y él mismo pidió plantar esparragueras en sus dominios, por lo cual, este se volvería en uno de los alimentos favoritos de la clase burguesa.
Actualmente, los mayores productores de espárragos son Italia, Francia y Alemania.
