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Conoce a “la mujer más bella de Acapulco”

Más allá de las hermosas playas, las fiestas de noche y los hermosos atardeceres, uno de los íconos más representativos de Acapulco es sin duda la fuente de la Diana Cazadora.

Ubicada en el punto central que divide al puerto, sobre la Costera Miguel Alemán, se encuentra «la Diana”, la escultura que desde hace 79 años, marca la dirección de los transeúntes del puerto. Una estatua que ha marcado hitos en la vida pública, social y política de México.

La historia de esta escultura comenzó en 1942, cuando el gobierno de México decidió implementar un programa de embellecimiento del entonces Distrito Federal, que consistía en colocar fuentes en las glorietas más representativas de la ciudad.

Así el arquitecto Vicente Mendiola y el escultor Juan Fernando Olaguíbel, llevaron a cabo la construcción  de una fuente en la glorieta que se localizaba sobre el Paseo de Reforma, cerca de la entrada al bosque de Chapultepec.

Los dos artistas decidieron que La Diana, diosa romana de la cacería, flecharía las estrellas de los cielos del norte, particularidad que da origen al nombre de la escultura; que en un principio llevó el título de La flechadora de las estrellas del norte.

Helvia Martínez Verdayes (Helvia Díaz Serrano), fue el nombre de la mujer que se eligió como musa de la Diana Cazadora, una joven de 16 años que trabajaba como secretaría en las oficinas de Petróleos Mexicanos (PEMEX), y que en secreto posó desnuda para el escultor.

En abril de 1942, la escultura de bronce estaba terminada; sin embargo, aunque la Diana Cazadora representó el reflejo de cambios políticos, sociales y culturales que dieron forma a lo que hoy es nuestro México, también levantó gran controversia.

En ese tiempo, la sociedad contaba con ideas conservadoras y sentían que estaban burlándose de su moral, motivo por el cual reaccionaron alarmantemente ante dicha figura, que revelaba una anatomía al desnudo.

Años más tarde, la mentalidad de la sociedad mexicana cambió y, con motivo de las olimpiadas de México en 1968, y en respuesta a una petición de Olaguíbel, la desnudez de la Diana fue descubierta en su totalidad.

La pieza original se conserva entre el cruce de Río Mississipi y Sevilla, en la Ciudad de México.

Mientras que en Acapulco, desde hace ya casi 8 décadas, se encuentra la réplica de esta escultura, copia de las que se encuentran en Monterrey y Cuernavaca.

En 2018, la Diana Cazadora de Acapulco fue remodelada bajo una nueva propuesta arquitectónica de vanguardia que consistió en un soporte en forma de ola de 10 metros de altura, y en cuya punta se instaló la estatua, además de contar en su base con estructuras en forma de picos, luminarias, jardín y pequeñas fuentes que alcanzan a la figura.

Aunque la nueva remodelación, realizada por la Secretaría de Turismo (Sectur), fue duramente criticada, la réplica de la Diana Cazadora sigue siendo un ícono hasta la fecha, representando uno de los lugares simbólicos del puerto.

La belleza de la escultura muestra una figura femenina de perfectas medidas, que es conocida hasta ahora como la mujer más bella de Acapulco.

 

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