La Burrata nació casi por casualidad, ya que lo que se buscaba en un era aprovechar lo que sobraba de la producción de la Mozzarella, así se convirtió en uno de los mejores quesos frescos del mundo.
Cada día son más los restaurantes italianos lo sirven como antipasto o entrada con hojas de arúgula, jamón crudo, hongos fileteados, tomates cherry caramelizados y un aderezo de aceite de oliva, pimienta negra y aceto balsámico.
Originaria de la Puglia (sur italiano), al igual que la Mozzarella, existe gracias a los búfalos de agua que fueron introducidos en el siglo XV desde Asia, siendo en Italia es un requisito legal hacer la Mozzarella y la Burrata con leche de búfala, cuya particularidad es que es más rica en proteínas que la de la vaca.
La burrata, cuyo nombre procede de Burro (mantequilla en italiano), es un queso delicado, casi dulce, que se deshace en la boca. Tiene forma de bolsita, donde el exterior es una capa de mozzarella y el interior una mezcla de hilos de mozzarella y crema de leche fresca. Arriba tiene un nudito y cuando se corta se derrama sobre el plato.
Para reconocer un a buena burrata, debes considerar que una artesanal está elaborada únicamente con leche, nata, fermentos lácticos, cuajo y sal. Si entre ellos aparece el ácido cítrico, es seguro que se ha producido industrialmente. Una de las diferencias apreciables entre un proceso de producción industrial y uno artesanal es que este último convierte a la burrata en un producto más digerible y con un sabor delicado y singular.
La Burrata debe verse redondeada, con forma de saco, no aplanada. Una de las características que permiten conocer su frescura es la piel. Es muy buena señal que su color sea blanco, no amarillento, que brille y sea tersa y, por supuesto, que no tenga manchas o estrías.
Quizás la Burrata no sea un alimento light (valor calórico ronda los 350 Kcal por cada 100 gramos) y tampoco está libre de azúcares, pues no sólo pueden tener lactosa sino que algunas versiones comerciales pueden incluir azúcares añadidos, sin embargo, vale la pena celebrar con un buen plato esa fecha especial.