Aunque sus orígenes se remontan a la década de los años 20, en los que ofrecían funciones de cintas mudas, en Texas. Los autocinemas vieron su nacimiento hasta 1932.
Efectivamente fue hasta la década de los 30 cuando Richard Hollingshead patentó el sistema de autocinemas, pues en un principio, los asistentes, escuchaban el audio de la película a través de un altavoz individual que reproducía el sonido de la película, aunque la calidad no era la mejor. Posteriormente se optó por transmitir el audio de la película mediante el radio de los autos, de esta manera era mucho más fácil y la calidad era considerablemente mejor.
En México, los autocinemas llegaron en 1950, siendo el Autocinema Lomas el primero en abrir sus puertas, en mayo de ese mismo año.
El modelo fue todo un éxito en los años 60 en nuestro país, pero en Estados Unidos sin duda rompió la forma de consumir las películas, llegando a existir cerca de 4 mil autocinemas en todo el país.
Hoy este estilo clásico de ver cine regresa por sus fueros, y se convirtió en una opción ideal para aislar a grupos y familias sin que hubiera mayor contacto con otras personas.
Acapulco cuenta desde hace varios meses con el Autocinema Acapulco by Mundo Imperial que se ubica en la Riviera Diamante Acapulco.
En este espacio, con capacidad de hasta 250 vehículos por función y solo se permiten 4 personas por auto, se cuenta con la pantalla, la más grande de México, que mide 24 x 13 metros, cuenta también con un proyector láser de cine inteligente de 35,000 lúmenes de 5ta Generación y tecnología 4K, único en Latinoamérica.
La frecuencia de radio para el audio es vía FM1 88.5; con capacidad de poder emitir audio Dolby Surround 7.1.
Además las películas que presenta son filmes de estreno, lo que es otra ventaja. Si quieres acudir, toma en cuenta que los jueves y domingo solo se presenta una función, mientras viernes y sábado son dos.